LAS CONFITERÍAS SACHER Y DEMEL, DE VIENA

Las mundialmente renombradas confiterías austríacas Sacher y Demel, de Viena, comparten prestigio por la calidad de sus salones y sus exquisitas y vistosas tortas y masas. Pero, más que eso, mantuvieron un histórico litigio por una torta. En una nota anterior, comentamos la historia de Sacher y el origen de la disputa. En esta oportunidad, comentaremos el origen de Demel, con testimonios personales. Fuimos a Viena a visitarlas a ambas y llegar a una conclusión.

Para Demel todo comenzó en 1786, cuando Ludwig Dehne, un ayudante de pastelería de Württemberg (Alemania), se radicó en Viena para abrir un local de venta de dulces, berlinesas rellenas y beignets además de una variedad de tortas decoradas que en poco tiempo, se transformaron en atracción para los transeúntes que pasaban frente a la vidriera. El hijo del fundador, Augusto decidió sin embargo apartarse del negocio en 1857 vendiéndoselo a su asistente de pastelería Christoph Demel. Le falló el cálculo. Viena empezó a crecer vertiginosamente en población y la cada vez más numerosa burguesía, ávida de adoptar pautas de consumo que antes le estaban vedadas, le dio a la confitería un auge inusitado: En poco tiempo, Demel ganó una clienta muy importante -nada menos que la emperatriz Elizabeth- y se convirtió en el proveedor oficial de la casa imperial. Con ésta distinción cambiaron el nombre de “Confitería Demel” por “Real e Imperial Confitería de Hijos de Ch. Demel”. A pesar de la Gran Guerra de 1914-1918 y el fin del imperio, el local mantuvo su nombre y su estilo. Ubicado en la zona del palacio real en pleno centro de Viena, su arquitectura en estilo Rococó y sus tortas y chocolates continúan siendo una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Hasta allí fuimos para constatarlo personalmente, y compararla con Sacher, la confitería vecina sobre cuya historia escribimos recientemente. Ambas preparan la célebre “Sacher Torte”, creada en 1832 por Franz Sacher. Sin embargo, entraron en litigio por el uso del nombre. Luego de largos años, se dirimió la cuestión al aceptar las partes introducir ligeros cambios en el nombre de la torta: Una (la de Sacher) pasó a llamarse “Original Sacher Torte” y la otra, la de Demel (donde trabajó el hijo del pastelero Franz Sacher) se llama ahora “Eduard Sacher Torte”. La primera lleva dulce de damascos en su interior, la segunda, lleva el mismo dulce, pero en la parte superior. Después de probar las dos, llegamos a una conclusión …ambas son espectaculares!

 

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