¿QUÉ COMÍAN LOS PORTEÑOS EN 1852?

Muy en los inicios de la organización nacional argentina, el Club del Progreso era -y lo fue por muchos años- el lugar de reunión para las celebraciones importantes. Sus banquetes diferían notablemente de los que en los mismos años se ofrecían, por ejemplo, en Nueva York. Veremos que eran fundados los motivos por los cuales Buenos Aires era llamada entonces “La gran aldea”.

El 25 de mayo de 1852, para la celebración de la fecha patria, el Club del Progreso ofreció el siguiente menú: “Mayonesa de pejerrey de Montevideo y dorado del Plata; Quibebe de gallina y fideos finos; Pastel de fuente, con rescoldo de pichones; Churrasco y pavo con ensalada; Natillas, arroz con leche; Cidra cayota y batata grande en dulce; Yema quemada y frutas de estación. Para beber: Gerez, priorato y oporto”. Todavía nadie desdeñaba el sabroso quibebe, cuya base es el zapallo machacado, ni el sencillo arroz con leche, y las palabras francesas ni figuraban en la lista.

En comparación, algunos meses antes, el 12 de diciembre de 1851, la ciudad de Nueva York agasajaba al que había sido el primer jefe de estado de Hungría y héroe de su independencia, Lajos Kossuth. En el extenso menú de dos sopas, dos pescados, 16 entradas, ocho platos principales, 9 fuentes ornamentales, 12 fuentes de vegetales, 10 piezas distintas de caza, 12 tortas, 16 postres al plato , 12 frutas, dos helados, café y licor, figuran, por ejemplo, un “Pain de volaille en Bellevue”, ”Supreme de volaille aux truffes”, “Gateau a la President” o el “Nougat a la Parisienne”.

Treinta años más tarde, en los banquetes, porteños y neoyorquinos ya se comía lo mismo.

Vean lo que sirvieron en el Café de París, el nuevo lugar de las reuniones distinguidas de la Buenos Aires de entonces, al general Lucio V.Mansilla, un destacado militar, político y escritor argentino el 25 de junio de 1895:

El menú, un ejemplo impecable de alta cocina francesa, se inició con Xérez como aperitivo al que siguió la sopa (destacado como POTAGE en el menú ) Solferino, para la cual, según las normas, no se acompañó vino. El segundo paso fue (HORS D’OEUVRE) Canapé d’ anchois á la Moderne. A continuación vino el (POISSON) Filet de Courbine a la Tour Blanche, acompañado por un vino blanco dulce Haut Barsac. El cuarto paso fueron los (ENTRÉES) Filet de Durham á la Chambord y el Poulet de grains sauté aux fonds d’artichauts, para los cuales se ofreció el tinto de Bordeaux Saint-Emilion, que también acompañó los platos fríos. El quinto paso (FROIDS) fue un Rocher de foi gras en belle-vue. El sexto, (LEGUME ) Asperges en branche sauce hollandaise, precedidos por un gran vino tinto Chambertin, que también acompañó el séptimo paso, el (ROTI) Bécassine bardée sur tranche. Para los postres (ENTREMETS), se sirvió finalmente champagne Roederer frappe , Parfait aux chocolat y Gateau Richelieu. Para terminar, quesos (Fromage) y frutas (Fruits ).

Buenos Aires, y la Argentina, dos décadas más tarde, ya era el 7° país más rico del mundo.

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