MADRID FUSIÓN Y LA ONDA BISTRONOMIC

¿Se puede dar de comer bien sin vaciar el bolsillo del cliente? Parece que sí. La tendencia de “popularizar” la gran cocina, que veníamos anunciando en números anteriores del MausiNews, parece que finalmente se impuso. Es una de las conclusiones de la reciente (21 de enero 2008) Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión.

Primero fue el legendario Paul Bocuse, con casi 40 años ocupando la cumbre de la gastronomía francesa, el que abrió 4 restaurantes de precios módicos en su propia ciudad de Lyon. Después Alain Ducasse –otro con 3 estrellas Michellin- siguió con restaurantes de la misma onda. Alain Senderens cerró hace algunos meses su distinguidísimo restaurant Lucas Carton, en París, para dedicarse a la cocina de precios económicos, y en una conferencia de prensa anunció que estaba “harto de la irracional carrera” de los restaurantes de categoría, de sus lujos excesivos, de la gran cantidad de personal y de sus precios “indecentes”. Otro grande de Francia, Joel Robuchon, también abandonó la carrera pasándose al bando de los locales de precios accesibles. Hasta el catalán Ferrán Adriá , el más cotizado y revolucionario chef del mundo contemporáneo, no se le ocurrió nada mejor que inaugurar una cadena de locales de precios módicos con el nombre “ Fast Good”.

Con todos estos antecedentes, no extraña que “Bistronomics” , el nombre con el que se ha bautizado la nueva onda, haya sido el tema central de la Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión que se llevó a cabo a fines de enero en España. Los conferenciantes volvieron a demostrar que se puede hacer un menú de gran cocina a precios económicos Entre ellos, el catalán Rafa Peña, chef propietario de restaurante Gresca, de Barcelona y el vasco-francés Iñaki Aizpitarte, chef propietario de Le Chateaubriand, de París, ejemplificaron lo que ahora se llama “Bistronomic”, o sea, locales de comida “rápida” (que es lo que denota el término “bistró”) pero imaginativos y económicos. A precios que oscilan en los 14 y 18 euros, sus menús fijos sorprenden a los más exigentes. La moda, que se inició en Francia, ya se extendió a España y se está imponiendo en los EE.UU.

¿Y En la Argentina? Los precios de los restaurantes ya alcanzaron los de Europa, pero los “grandes” de la cocina, por ahora, no entraron en la nueva onda. En fin. Por algún lado había que empezar.

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