CHEFS DESHONESTOS EN PROBLEMAS. OTRA VEZ.

“Chicos de todas las edades deberán comportarse y usar un tono de voz apropiado para interiores”, fue el cartel del restaurante “A Taste of Heaven”, de Chicago, que generó un intenso debate a nivel nacional en los EE.UU. ¿Suena familiar? 

No obstante que el pedido del restaurante pareciera formar parte del sentido común, generó no obstante una polémica que parece no tener fin. A partir del momento que Dan McCauley colgó el cartel en la puerta de su local, llovieron las acusaciones de discriminación contra los niños, por un lado e historias de casos insólitos, casi de terror, del otro. “No se trata que sea contra los chicos”, se defendió McCauley, ante la periodista Misha Davenport, del Chicado Sun-Times, el dueño del restaurante (agosto 2007). “Solamente estoy a favor de que se porten bien dentro de mi local”.

Entre todos los comentarios del público que llevaba hijos “molestos”, la prensa destacó el más escuchado: lo que más incomodó a estos padres fue la forma en que se les había llamado la atención en el restaurante. Entre el público que debíó soportar las “travesuras” de los niños, la reacción fue negativa. La mayoría no retornó nunca más al restaurante. Algunos afirmaron que preferían pagar más caro, pero comer en un local tranquilo. (El problema es que la aparición de niños molestos no es exclusivo de los restaurantes baratos: también se da en los restaurantes caros)

Los restaurantes, que viven de su público tienen dos tipos de actitudes. Los hay de los que poco se importan por lo que hacen o dejan de hacer los niños (muy frecuente en Sudamérica), y los que son sensibles al ánimo de sus clientes (muy frecuente en los EE.UU y Europa). Entre éstos últimos, la característica es la aplicación de distintas medidas de disuasión para los “revoltosos”. Algunos, como McCauley, ponen un cartel del tipo que comentamos al principio de la nota. Otros, más elegantes, informan que “no garantizamos que el ambiente sea del agrado de niños”. Los más, sin embargo, tratan de acomodar las circunstancias para que unos y otros se sientan a gusto ofreciendo, inclusive,salones especiales para familias.

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